jueves, 12 de noviembre de 2009

Arthur y Alexis



Cuando Arthur conoció a Alexis, este último estaba sentado en el borde de una roca contemplando el paisaje, sus alas se veían brillantes aunque maltratadas, en cambio las alas de Arthur resplandecían con un brillo inusual.



- “Que te ha pasado”, pregunto Arthur


- “Me he puesto a correr tras unas luciérnagas y he tropezado”



Las miradas de los dos seres feericos se cruzaron y se gustaron, Alexis sonrió y salto volando a la copa de un árbol, Arthur lo siguió y empezaron a juguetear tratando de acercarse al cielo, a su paso dejaban una estela dorada de polvo de hadas y sus pequeñas risillas resonaban en el bosque encantado, es probable que uno que otro humano las alcanzara a escuchar.



Tras juguetear por un largo rato, se sentaron en el borde de un manantial, donde Alexis le conto a Arthur que le gustaba explorar, conocer nuevos lugares, y que se había maltratado por culpa de su espíritu aventurero, muchas veces había sido recriminado por sus compañeros de la gruta donde había nacido y sabia que si alejaba demasiado su vida se agotaría.



Arthur por su parte, guardaba silencio ante su pasado y su futuro, al contrario de Alexis, era un hada brillante pero de mirada triste, los dos seres se sintieron complementarios y mientras un manto de estrellas cubría la noche, unieron sus vuelos rumbo a la gruta donde Alexis había nacido.



El designio de la diosa fortuna no pudo ser más trágico, al otro día Alexis sufrió un terrible accidente al tratar de tomar el néctar de unas flores que se hallaban cerca al nido de un petirrojo, el pájaro tratando de defender su nido le quebró un ala y Alexis cayo de gran altura, aunque fue una lesión severa estaba vivo y se recuperaría con un poco de cuidado y atención.



Arthur cuidó a Alexis durante su recuperación y en pocos días este pudo caminar pero pasarían varias semanas antes de que pudiera volver a volar, aun así el espíritu inquieto de Alexis no se detenía y de esta manera corría tras los grillos, escalaba las cortezas de los árboles e iba todos los atardeceres a la roca donde Arthur lo conoció.



A pesar de sus lesiones y su lenta recuperación Alexis era feliz pero Arthur se sentía preocupado por él, siempre creyó que el exceso de actividad de Alexis ponía en peligro su vida, Arthur andaba pendiente de mantener su brillo y por eso pocas veces se daba a la aventura, en más de una ocasión se enfrentaron debido a que Arthur impedía que Alexis se aventurara mas allá de lo permitido.



Arthur se preocupaba enormemente por Alexis, al punto tal que su cuidado se volvió una obsesión, Alexis no lo sabía pero Arthur había perdido alguien en su pasado y temía que le volviera a ocurrir, su comportamiento obsesivo acorralaba a Alexis quien en ocasiones pensaba en huir de Arthur.



Una mañana cuando Alexis estaba bastante recuperado, Arthur le corto las alas mientras dormía.

3 comentarios:

Ochentero dijo...

UN DIGNA HISTORIA DEL PAIS DE FANTASIA.


FANTASTICO, MARAVILLOSO ESTA HISTORIA

SE QUE AUN CUANDO ARTHUR LE HAYA CORTADO LAS ALAS A ALEXIS CON SOLO PENSARM EN EL LO HACE VOLAR, ASI COMO VUELAN LAS MARIPOSAS AMARILLAS JUNTO A LOS ANGELES EN EL PAIS DE FANTASIA Y EN MAKONDO.


BUENA MAR, EN UN MOMENTO ME HIZO PENSAR MUCHAS COSAS.


BUENA MAR

ARJUNA dijo...

HERMOSO, MAGICO Y DECADENTE CON LA DELICADESA DE LAS ALAS CORTADAS.

ABRAZOS.

Unknown dijo...

Le corto las alas.... nada mas lejos de la realidad, de verdad que si!!!

Saludos!